Las enfermedades se pueden clasificar en dos tipos:
1- Enfermedades infecciosas son producidas por microorganismos (bacterias, virus y otros parásitos) y se transmiten de unos individuos a otros.
2- Enfermedades no infecciosas se deben a alteraciones de tejidos y órganos del cuerpo.
Las más importantes son el cáncer, las cardiovasculares y las del sistema nervioso.
El cáncer tiene su origen en una proliferación anormal de células que se dividen incontroladamente y originan un tumor o neoplasia. El tabaco, el alcohol, algunas sustancias químicas,la radiación ultravioleta del Sol y los rayos X pueden provocar cáncer.
Actualmente las enfermedades infecciosas son menos frecuentes y su lugar está siendo ocupado por enfermedades derivadas de estilos de vida poco saludables.
■ Para prevenir una enfermedad se estudia su origen o etiología y sus mecanismos de transmisión.
Para promover la salud, es necesario tener hábitos de vida saludables y evitar los factores de riesgo.
Los principales factores de riesgo que favorecen enfermedades son:
Factores individuales y factores ambientales.
- Factores genéticos: relacionados con los genes.
- Factores biológicos: como el sexo y la edad.
- Factores personales: relacionados con el estilo de vida.
- Acceso al agua potable.
- Calidad medio ambiental. La contaminación y la presencia de agentes cancerígenos en el medio son factores de riesgo muy elevados para la salud.
- Acceso a una atención sanitaria adecuada.
La salud de la población ha mejorado gracias a la planificación sanitaria, a la mejora en las técnicas de diagnóstico, al descubrimiento y desarrollo de gran cantidad de fármacos y a la mejora de la nutrición y los hábitos de vida.
– Entre las bacterias unas infectan los tejidos, como la tuberculosis, otras producen toxinas, como el tétanos.
– Los hongos causan enfermedades en la piel.
– Los virus son parásitos obligados que pueden causar la muerte de las células. Son responsables
de la gripe, la varicela, el sarampión, la hepatitis, el sida...
– Algunas enfermedades son debidas a parásitos como los protozoos que son parásitos unicelulares, como el que causa la malaria. Existen también invertebrados parásitos como las lombrices instestinales y la tenia.
■ Las principales vías de transmisión son el contacto con personas u objetos contaminados; a través del aire (por la tos, el estornudo, etc.) y a través del agua o de alimentos contaminados. Este último es el caso del cólera, el tifus o la salmonelosis.
■ Los antibióticos son medicamentos que destruyen las bacterias causantes de las infecciones.
LAS ENFERMEDADES NO INFECCIOSAS.
Las
enfermedades no infecciosas se deben a la alteración de alguno
de los tejidos y órganos del cuerpo. Estas alteraciones pueden desencadenar el
funcionamiento anormal de los tejidos y de los órganos y la aparición de la
enfermedad.
CAUSAS Y
PREVENCIÓN DE LAS ENFERMEDADES NO INFECCIOSAS
Las causas de las enfermedades que no son producidas por
microorganismos se deben al envejecimiento y sus consecuencias, como el
deterioro de los tejidos o los errores producidos en las células durante la
división celular.
Algunas de las enfermedades no infecciosas más importantes son:
Las enfermedades
cardiovasculares. Afectan al corazón y a los vasos sanguíneos.
Las enfermedades
degenerativas, relacionadas con la alteración de órganos o de tejidos, como las
enfermedades degenerativas del sistema nervioso, el
Alzheimer y el Parkinson, y el cáncer.
Las enfermedades
autoinmunes. Se deben a alteraciones de la respuesta inmunológica.
Las enfermedades
carenciales. Son debidas a la falta de nutrientes. Son propias de los países
muy pobres, aunque también pueden padecerlas personas de países ricos que
siguen dietas inadecuadas.
Las enfermedades
congénitas y genéticas. Son enfermedades que se
presentan en el momento del nacimiento por un inadecuado desarrollo fetal o por
anomalías de genes y cromosomas.
Las enfermedades mentales o psiquiátricas. Son las
alteraciones del pensamiento y de la personalidad.
EL CÁNCER
El término cáncer incluye numerosas enfermedades
que tienen en común la proliferación anormal e incontrolada de células que
originan un tumor celular, o neoplasia, es decir,
una masa de células poco diferenciadas.
Si el tumor que se forma queda localizado en un tejido concreto y
no llega a los vasos sanguíneos, se considera un tumor benigno. Si, por
el contrario, produce células que invaden otros órganos a través de la sangre,
se convierte en un tumor maligno.
Los carcinógenos son factores que transforman una
célula normal en cancerosa. Los más importantes son: sustancias
químicas; radiaciones, como rayos X u lotras; partículas y agentes
mutagénicos que pueden alterar el ADN de las células; radiación
ultravioleta de la luz solar, y sustancias alimenticias.
Los factores ambientales y genéticos también influyen en la
aparición y el desarrollo tumoral. Está demostrado que el estilo de vida y las
costumbres saludables pueden impedir padecerlos.
¿Se puede
prevenir el cáncer?
Los
hábitos de vida saludables contribuyen a su prevención. Entre ellos, destacan
los siguientes:
·
No fumar. Los fumadores pasivos también se ven sometidos a la
acción del humo.
·
Evitar aditivos alimentarios del tipo de las anilinas, que provocan
cáncer de hígado.
·
No consumir alcohol. Produce cáncer de boca, faringe, esófago e
hígado.
·
Mantener una dieta rica en fibra vegetal para evitar la aparición
de cáncer de colon.
·
No exponerse innecesariamente a los rayos X, ni a las radiaciones
ultravioleta del Sol.
LAS
ENFERMEDADES AMBIENTALES
En la
actualidad, debido a las transformaciones de los ecosistemas por culpa de la
actividad humana, están surgiendo numerosas enfermedades relacionadas con la
contaminación ambiental. Por ejemplo:
·
Cáncer y malformaciones producidos por las radiaciones.
·
Enfermedades respiratorias causadas por la contaminación
atmosférica.
·
Enfermedades del
sistema nervioso, por contacto con metales pesados.
·
Alergias, debidas
al polen u otros alérgenos.
La inmunidad es la capacidad que tiene un organismo para defenderse frente a sustancias extrañas, organismos patógenos y células cancerosas. Existen dos tipos de inmunidad: inespecífica y específica.
La inmunidad inespecífica es el rechazo no selectivo de elementos extraños. Las defensas inespecíficas son:
- Barreras de entrada como la piel, mucosas, aparato respiratorio y digestivo.
- La respuesta inflamatoria.
- Las proteínas del sistema de complemento que destruyen las bacterias.
- Las células asesinas, NK, encargadas de la destrucción de las células cancerosas.
La inmunidad específica es la capacidad de destruir un antígeno determinado. El sistema es capaz de preparar una proteína, anticuerpo, específica para destruir cualquier antígeno. Los linfocitos B son capaces de producir anticuerpos específicos para cada antígeno.
Las vacunas se basan en la capacidad de nuestro organismo para fabricar anticuerpos. La vacunación consiste en introducir en el organismo microbios o virus muertos o inactivos que no producen la enfermedad, pero sus antígenos son reconocidos por los linfocitos que fabricarán anticuerpos, confiriendo al individuo vacunado, una inmunidad específica.
Algunas enfermedades del sistema inmune son las alergias, las enfermedades autoinmunes (esclerosis múltiple, lupus...) y el sida.
Se denomina donación a la cesión de un órgano o de células, de forma altruista, a un paciente que lo necesita.
Se puede producir rechazo del tejido trasplantado si el sistema inmune reconoce moléculas extrañas en las nuevas células. Para evitar este problema se administran medicamentos que disminuyen las defensas.
Los principales trasplantes que se realizan actualmente son de riñón, de hígado, de corazón, de pulmón, intestino y numeroso tejidos: córnea, piel,sangre...
Las transfusiones de sangre se consideran trasplantes de tejidos. La transfusión puede ser de sangre completa o de ciertos componentes.
La importancia de las células madre.
En la médula ósea roja existen células madre, llamadas hematopoyéticas, formadoras de las células sanguíneas. El trasplante de médula se realiza para tratar distintos tipos de cáncer como las leucemias y problemas graves de la sangre.
La utilización de células madre embrionarias se ha encontrado con muchas barreras técnicas y éticas que han frenado su investigación y su uso.
En la actualidad, gracias a la técnica de la reprogramación celular, es posible convertir cualquier célula del organismo en célula madre embrionaria y, a partir de ella, generar todo tipo de tejidos.
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